Érase ocasionalmente un gusano

En ocasiones, tal vez yo sea el reflejo de esta negra sociedad; pero bajo ese manto gris, fino, viscoso, hay colores, que reflejan la alegría de la vida, y es increíble que no este inspirado en ellos, sino este frió y gris de la canción, en el viscoso betún de los zapatos de un maestro, que esta protestando en la plaza por su mísero salario, y contra un ministro deshumanizado, que no ve en los números lo que otros sienten en la carne; la mismísima realidad; números digitados éstos, en máquinas chinas, hechos por chinos, menores de edad muchos de ellos, obligados a trabajar en las peores condiciones, y con suerte, por otro que mísero salario, sin lo cual no sería posible producir tan barato, sin mencionar la mala calidad en la mayoría de los casos. Y sin ir más lejos, tenemos en el mercado local “el peluche de los tatitos” –Made in china-.
En ocasiones, tal vez yo sea un gusano; un parásito en este mundo al igual que los otros seis mil millones de personas, o de gusanos; no necesitando más que un tarro grande de insecticida,… o una bomba atómica, para acabar con la plaga. Estos gusanos consumen más de lo que el medio puede dar, y a su vez producen más desperdicio del que puede soportar. Hay que acabar con esta plaga; o la acabamos o ellos acaban con el mundo.
En ocasiones, tal vez dios, juegue a que es “el gran hermano”, y el mundo es un gran tablero de ajedrez, pero con un solo rey -y en las blancas-. Se caga en las reglas y comete errores garrafales, provocando las mínimas pérdidas necesarias.
En ocasiones, algunos fantasmas no son más que rumores; sea como sea, los gusanos ocasionalmente hacen demostraciones de poder, como todo bicho, pero en estos casos no es para ver quién se aparea con la hembra, sino para intimidar a otros gusanos; por territorios claro; y lo que viene adentro. Ese es el objetivo del juego.
Ocasionalmente las armas las fabrica dios; las carga el diablo, y las disparan los gusanos; produciendo una cantidad mínima de perdidas necesarias. Esto, ocasionalmente puede servir para mantener a raya a los gusanos, en crecimiento permanente y desproporcionado.
Tantos misterios tiene el universo, que para develarlos todos por completo, se necesitaría toda una vida de sol, o alguna maquinita loca que acelere las partículas y nos lo diga al instante; o en su defecto y en el acto, a la mierda gusanos.
En esta ocasión en medio de todo esto y aprovechando la confusión, dios efectúa una jugada que proporciona una nueva generación de armas a los ciento de miles de gusanos que las disparan.
Uno de los misterios más grande tal vez sea ¿Cómo llegó el hombre a ser gusano? ¿Tal vez no recuerde siquiera que es un ser humano, y por lo tanto deja de serlo, para pasar a ser gusano?
Ocasionalmente los que han podido elegir y eligieron mal –a provecho propio-, son gusanos de nacimiento, pero cierto número de personas en el mundo no tendrá posibilidades jamás de elegir que comer, donde vivir, o con que abrigarse; por lo general los gusanos no tienen tampoco mucho para elegir, más que alimentarse del cuerpo sin vida de un ser humano.
Ocasionalmente no todos los seres humanos muertos llegarán a boca de los gusanos, por ser estos, victimas del fuego amigo; numero que aumenta en su mayoría, el coeficiente de “mínimas pérdidas necesarias”; pero solo ocasionalmente.

Enero 2007 Octubre 2008

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